Blogia

vega

La vida de un militante

La vida de un militante

Este libro que usted comienza a transitar le develará, aún en sus aspectos más recónditos, la historia del mayor saqueo que ha sufrido nuestro país. Paso a paso, desfilarán ante usted las maniobras del capitalismo financiero internacional, desde la imposición de préstamos hasta la elevación usuraria de las tasas, pasando por el canje de bonos y el “riesgo país”. Asimismo, comprenderá como la deuda externa se convierte en instrumento de dominación política, derrumbando los bastiones de la soberanía, para implantar, a través de un “modelo económico” reaccionario, una inicua expoliación sobre la mayoría de los argentinos. Seguramente se indignará al avanzar en la lectura y más de una vez, quizá se escape de su boca una dura interjección.
Pero, como usted bien sabe, siempre hay vida, aún en la muerte, lo cual nos permite buscar la otra cara de esta historia siniestra. Desde esa óptica distinta, este libro testimonia la existencia de un fiscal insobornable, de un fabuloso espíritu de lucha, de una ética diamantina. Esos legajos nutridos por la ignominia de una estafa mayúscula nos revelan, al mismo tiempo, una vida entregada a la defensa de la Patria y del pueblo. Estoy hablando del infatigable fiscal que se llamó Alejandro Olmos.
Tuve el privilegio de conocerlo y compartir con él la mesa de café en diversas oportunidades. Sin embargo, hoy que me gratifico escribiendo este prólogo, rememoro aquellas charlas y no encuentro información para reconstruir su historia personal. Me resulta curioso no poder recuperar anécdotas ni datos suyos, como si nunca lo hubiese tratado. La explicación no ofrece dudas: Alejandro no hablaba de él , solo hablaba del enemigo que nos oprimía. Esa era su preocupación absorbente. Lo personal no existía, era cuestión secundaria. Alguna vez pensé que este hombre que se exaltaba porque Martinez de Hoz había declarado ante el Juez que había una diferencia no registrada de cuatro mil millones de dólares en la deuda externa, probablemente llevaba en su bolsillo solo las moneditas necesarias para pagar su viaje en colectivo. Con el tiempo, uno comprendía, al fin, que ahí residía su tremenda fuerza, que le permitía enfrentar –el solo, con apenas unos pocos amigos que lo apoyaban- a los mas poderosos banqueros del mundo.
Por esta razón, se torna difícil redactar un prólogo biográfico. Por otra parte, a él no le hubiese gustado. Nunca le intereso personajear, ni aspiraba a prenderse condecoraciones en la solapa. Compartía aquello de Atahualpa Yupanqui:” Lo que importa es lo de adentro/ que lo de afuera es comprao”. Para Alejandro, lo que se compraba y se vendía era despreciable, no sólo las cosas sino especialmente las personas. En cambio, lo “de adentro” era ese fuego que le daba fuerzas para combates tan desiguales y esa ética inconmovible que más de una vez los filibusteros intentaron vanamente quebrar.
Él sabía que cuando se opta por la causa del pueblo “los medios” arman en derredor el círculo del silencio. Pero no le interesaba. Estaba acostumbrado al anonimato, como así también a la persecución, a la clausura de sus periódicos y a la estrechez económica. Sin embargo, como cualquier ser humano, necesitaba, de vez en cuando, algún reconocimiento, alguna caricia del alma para retemplar las fuerzas. Vale la anécdota, una de las pocas que puedo ofrecer al lector: en un libro escrito en 1969, hice una referencia elogiosa -apenas tres líneas- a varios luchadores, entre ellos Olmos, que en 1955 salieron “a la resistencia” con sus periódicos, frente a la dictadura militar y allí sostuve que eran los “que siempre entraban en las listas de pelea y nunca en las de cobranza”. Muchos años después, en 1983, cuando lo conocí personalmente, me estrechó la mano con mucho afecto y me dijo: - Gracias, muchas gracias por esas palabras suyas de reconocimiento.
Quizás a algún joven lector –que todavía no ha experimentado de qué manera funciona la maquinaria de difusión controlada por la clase dominante- esta anécdota le resulte un tanto cursi o la encuentre exagerada. En ese caso, lo convido a hacer la siguiente prueba, partiendo de que sabemos que la Argentina es el único país del mundo donde la cuestión de la deuda externa fue llevada a la Justicia, precisamente a través de la acción de Alejandro Olmos. Ahora, búsquelo en el Diccionario de los Argentinos, Hombres y Mujeres del Siglo XX, editado por el diario Pagina/12. Revise: Olmedo Alberto, Olmos Sabina, Omar Nelly…No aparece. Ahora, vaya a la Enciclopedia Visual de la Argentina, editada por Clarín, 3° tomo: Olivos Rugby Club, Olla podrida, Ollantay, Olmedo Alberto, Olmos Sabina, Olta, Olympikus de Azul Club, Omahuaca, Omar Nelly, Ombú… Tampoco. Es decir, Olmos Alejandro no existe. Impulso el juicio sobre la Deuda Externa, lo mantuvo activo durante 18 años, creó el Foro Nacional de la Deuda Externa, concurrió a reuniones internacionales sobre la cuestión del endeudamiento y allí lo reconocieron porque forzaba a la Justicia de la Argentina a realizar peritajes, audiencias, citaciones, etc., pero no existe para “los medios”, ni seguramente su lucha merece la atención de los Académicos, ocupados en cuestiones mucho más importantes.
Como comprenderá el lector, después de esta comprobación no tengo otra alternativa que, por lo menos, ofrecerle un esbozo de la vida de este patriota, que ya es uno de los tantos “malditos” que la clase dominante “olvida” porque, como decía José Hernández, “olvidarse también es tener memoria”.
Alejandro nació en Tucuman, el 1° de mayo de 1924. Allí desarrollo sus primeros estudios, que lo condujeron, luego, a la Facultad de Derecho. Eran los años de la “Década Infame” y el joven estudiante universitario trabó relación con un coprovinciano peleador e insobornable, justamente quién habría de otorgar ese rótulo a tal época de latrocinio y entrega: José Luis Torres. Si bien se adentro en el estudio de las cuestiones jurídicas, por esas vueltas de la vida, el joven no llego a doctorarse, pero, en cambio, al lado de Torres, se “doctoró” en descubrir estafas y en esa cuestión difícil de “lo nacional”- lo antiimperialista, si usted prefiere-, tema escamoteado por el liberalismo conservador difundido por la clase dominante.
En esos fines de los treinta y comienzos de los cuarenta, Torres prodigaba sus esfuerzos en denunciar la ignominia del Banco Central mixto –diseñado por un director del Banco de Inglaterra-, el negociado de las tierras del Palomar, las trapisondas de Federico Pinedo y en especial de la familia Bemberg, que a la muerte de Don Otto soslayó el impuesto a la herencia con una declaración de bienes tan menesterosa que casi constituía una solicitud de limosna.
Alejandro, pues, no podía tener mejor maestro para aprender a descifrar balances fraudulentos, maniobras de Bolsa y tramoyas en los empréstitos.
El año 45 lo encuentra incorporándose a la caravana popular que lidera Juan Perón. La información con que se cuenta permite suponer que Alejandro comparte con Torres una posición nacionalista y que concurre a su casa –Talcahuano 638, 7° piso de la Capital Federal-, donde arman tertulias políticas, entre otros, Raúl Scalabrini Ortiz, el padre Leonardo Castellani, Ernesto Palacio y Amancio Gonzáles Paz, un sacerdote irascible a quien apodan “Odiancio González Guerra”. Sin embargo, el joven parece colocarse más cerca de los trabajadores en la rica experiencia que están desarrollando, mientras Torres evidencia algunas reservas respecto del nuevo movimiento.
En agosto de 1946 –no obstante su adhesión al gobierno y probando, desde el principio, su independencia de criterio- Alejandro se moviliza junto a sus amigos del nacionalismo, presionando para que el gobierno argentino no adhiera, bajo la presión norteamericana, a las Actas de Chapultepec. Cuando las Actas son aprobadas por el Congreso nacional –con la oposición, entre otros, del diputado John W. Cooke-, “mi padre –testimonia Alejandro Olmos Gaona- en su obsesiva veneración por la justicia, le inició un juicio penal a Perón y a Juan Atilio Bramuglia, lo cual determinó que fuera exonerado del cargo que desempeñara en la Aduana”.
En esa misma época, el joven de veintitrés años visualiza ya a los grandes saqueadores del país y realiza una investigación sobre la empresa ARMCO, en momentos en que ésta intentaba ocupar un lugar de privilegio en el desarrollo de nuestra industria siderurgica. De esa manera nace un informe que eleva al Presidente Perón, hacia 1947. Esta batalla librada por Alejandro fue reconocida por Torres en el capítulo octavo de su libro La Patria y su destino. Allí, afirma: “Un joven coprovinciano, el señor Alejandro Olmos, dirigió al Presidente de la Nación, con antelación al debate promovido en el Congreso, una denuncia concreta y fundada, probando en forma concluyente la miserable conducta de la mencionada organización capitalista internacional en sus relaciones con el Estado… Un diputado leyó en el recinto el mencionado folleto del joven Olmos y nadie intento allí destruir ninguno de los gravísimos cargos enunciados y probados en contra de la ARMCO. Pero algunos legisladores creyeron de su deber zaherir al autor de la denuncia imputándole culpas que no tiene. “Irresponsable” fue lo menos que de él se dijo, con absoluta falta de razón y de sentido, pues el señor Olmos es tan responsable como lo son todos los ciudadanos argentinos bien dotados y de muy limpios antecedentes. Se dijo de él que era un “comunista conocido” en los archivos policiales, con un evidente afán peyorativo. “Nazi” y “Comunista” son dos definiciones ultramodernas utilizadas de ordinario y con abuso para calificar a presuntos enemigos del género humano. El joven Olmos –me consta- es tan comunista como puede serlo el Arzobispo de Buenos Aires… De mi también se dijo que era un “comunista conocido”, con igual intención peyorativa con que, diciéndole lo mismo, se trató de invalidar en el Congreso al denunciante de la sociedad mixta entre la ARMCO y el gobierno argentino. Pero, en mi caso, Braden rectificó posteriormente la versión y en su famoso Libro Azul me llamó “nazi”. Los tiempos pasan, caen los regímenes de gobierno, pero los monopolios quedan y el supercapitalismo internacional mantiene su hegemonía sobre los poderes públicos.
Las disidencias parciales de Olmos respecto al peronismo gobernante no tuercen su lúcido análisis patriótico, y en abril de 1949, en carta dirigida a Perón, sostiene que se ha concretado “el fenómeno revolucionario en la cristalización de los postulados políticos, económicos y sociales”. En otra carta, de la misma época, al Coronel Bartolomé Descalzo señala que “vivimos la innegable realidad de un fenómeno revolucionario, extraordinario en su esencia y formidable en su proyección hacia el futuro”….que “ha hecho trizas los viejos moldes de la política que ensombrecieron los días de la república, prostituyeron las instituciones y escarnecieran a todo un pueblo”.
Por entonces, se define a favor del revisionismo histórico y, llevado por su espíritu militante, participa en una “Comisión Popular Argentina para la Repatriación de los restos del Brigadier General Juan Manuel de Rosas”, en la cual se desempeña como Secretario General. Resulta interesante consignar que su tránsito por el revisionismo histórico adquiere perfiles singulares, diferenciándose de “los rosistas” de esa época (Anzoátegui, Irazusta, Oliver y otros), quienes adoptan una actitud de prudente respeto a la figura de Bartolomé Mitre. A éstos, Homero Manzi les criticará, en frase siempre recordada: -Ustedes se meten con todos los próceres, menos con el que se dejó un diario de guardaespaldas-. En cambio, Olmos, firme en su iconoclastia, no solo reivindica a Rosas sino que arremete contra Mitre y contra La Nación.
Así sostiene, en un folleto publicado en abril de 1949: “(…) A Mitre le perdonan los sangrientos crímenes de Arroyo del Medio y su falta de patriotismo al negar los derechos de su Patria a las Islas Malvinas, durante el gobierno del Gral. Roca. (…) La Nación empeña su esfuerzo para evitar la exhumación histórica de Rosas, pero le tienen sin cuidado algunos antecedentes que sirvieron, tal vez, para encumbrar a Mitre en su categoría de prócer. (…) Dichos antecedentes (…) no justifican el extraordinario relieve alcanzado por su personalidad en la perspectiva del tiempo. Cabe al respecto el interrogante sobre las causas o factores determinantes de su jerarquización procérica. ¿Será por su capacidad militar? Ejemplo de ella: la fuga de Cepeda, Pavón, donde retirándose hasta San Nicolás, ignoraba que había triunfado, su huida a Azul (…) cuando en las faldas de Sierra Chica los indios armados de lanza, luego de dispersar sus fuerzas, casi lo toman prisionero; el combate de La Verde, de donde huyó con sus 9.000 milicianos, batido por los 850 hombres del Coronel José Inocencio Arias. Por algo Velez Sarsfield lo llamó “el mejor poeta entre los militares y el mejor militar entre los poetas”.
Luego agrega, siempre refiriéndose a los supuestos “méritos” de Mitre para el procerato: “… ¿Será por haber inventado el parte de Caseros o por haber puesto todos oficiales extranjeros, especialmente uruguayos? (…) ¿Será porque los proveedores (de la Guerra de la Triple Alianza), cuyas fortunas se hicieron a la sombra de Mitre, le regalaron a éste la casa que hoy ocupa la opulenta imprenta de La Nación? ¿Será porque sustituyó el Himno nacional argentino por una canción suya, que hacía cantar todos los 25 de Mayo, en el Teatro Colon? ¿Será por sus virtudes cívico-democráticas que le hicieron imponer su candidatura única, basada en el irreductible argumento de la fuerza? ¿Será por lo que le hizo decir a Sarmiento, respecto del gobierno de Mitre, que “obtuvo el triunfo del voto unánime” de los pueblos vencidos, aterrados y despojados de sus bienes?... (Pero) Nada logrará La Nación aferrándose a teorías y falsos juicios que si hasta hace pocos años pudieron hacer escuela, hoy se han desvalorizado por el imperio de una nueva conciencia. El pueblo argentino no volverá a creer jamás en las imposturas amargas que educaron su infancia”. Así reparte mandobles el joven Olmos, un día al Coronel Descalzo, presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, otro día, a La Nación, uno de los más poderosos órganos de prensa de la Argentina.
En 1953, a través de John W. Cooke, toma contacto con el Presidente Perón y le entrega una propuesta de creación de una Secretaría de Asuntos Latinoamericanos, en la perspectiva del acercamiento de nuestros pueblos – que Argentina practica, por entonces, respecto de Chile y Brasil – en la estrategia de la unión latinoamericana.
Consolidada su posición nacional, apoya la experiencia peronista de esos años, aún cuando su implacable mirada crítica lo lleve a disentir con alguna medida, diferencias que, por otra parte, son naturales en todo período histórico de cambio. Carecemos, por ahora, de información acerca de si, entre 1954 y 1955, tomó cierta distancia del peronismo. (Su amigo y maestro José L. Torres se desplaza hacia la oposición y a fines de 1955 publica el periódico Política y políticos, de orientación lonardista.) De lo que no cabe duda es que cuando se produce el golpe se septiembre de 1955, Alejandro integra las huestes de la “resistencia”.
“El mundo que conocíamos, el mundo cotidiano, cambio por completo –recordaría luego César Marcos, un compañero de lucha-. La gente, los hechos, el trabajo, las calles, los diarios, el sol, la vida se dieron vuelta. De repente, entramos en un mundo de pesadilla…” En esa noche sombría de la primavera de 1955, mientras los burócratas esquivan responsabilidades, dan un paso al frente los luchadores populares: Scalabrini Ortiz desde El Lider, Jauretche desde El 45, Lagomarsino y Marcos desde El guerrillero, Esteban Rey desde Lucha Obrera y Alejandro Olmos con su Palabra Argentina, principales voceros del pueblo inerme enfrentado a la contrarrevolución oligárquica.
Alejandro inicia entonces la experiencia de la clandestinidad, del combate desigual contra una represión despiadada. A partir del 13 de noviembre, día en que aparece su periódico, se entrega con alma y vida a esa lucha, redoblando esfuerzos de todo tipo, desde conseguir el dinero hasta buscar la imprenta capaz de jugarse en la patriada, así como redactar la mayor parte de los artículos con los cuales Palabra Argentina enjuicia al gobierno de Aramburu y Rojas.
“Sumergido el pueblo en las tinieblas de la injusticia de las arbitrariedades de la revolución usurpadora, la voz saliente y arrolladora de Palabra Argentina aplicó - en aquellas dramáticas jornadas – el primer puñetazo en pleno rostro del “vencedor” envalentonado por las armas…Palabra Argentina dio el primer grito de rebeldía –recordará un orador en un acto de homenaje del 11/11/61- y fue factor aglutinante en esos momentos de espanto y amargura.”
Pero la reacción no tarda en contragolpear: secuestro de la edición, persecución policial, allanamiento de su domicilio.
El 9 y 10 de junio de 1956, ante un intenso insurreccional cívico-militar, el gobierno aplica la Ley Marcial y fusila a 27 compatriotas. Olmos sufre hondamente esta masacre no sólo por sus compañeros de lucha, sino, porque, además allí muere un familiar y gran compañero, el coronel Ricardo Ibazeta, fusilado en Campo de Mayo, pues vanamente su mujer y sus hijos piden por su vida ya que, según lo registrará un poema de combate, “el presidente duerme”. Hacía mucho tiempo que en la Argentina no se aplicaba la pena de muerte. Palabra Argentina no sólo denuncia los fusilamientos sino que convoca a una marcha del silencio en homenaje a los caídos, “desafiando a los responsables de los fusilamientos de junio”.
Durante los dos años y medio que van desde el golpe militar hasta las elecciones de febrero de 1958, Alejandro vive en pleno combate, redoblando su entusiasmo y coraje para acompañar a los compañeros en esa lucha quijotesca que se da a través del “caño”, el sabotaje, la huelga o la manifestación improvisada. Las casas de los peronistas se convierten en focos de resistencia, las cocinas en centros conspirativos, los pocos periódicos que circulan van de mano en mano, leídos y releídos en el supremo intento de mantener la cohesión del movimiento y no bajar los brazos.
El padre Hernán Benítez le escribe a Perón , en esa época: “Por entonces, entre varios semanarios que le pegaban sin asco al gobierno, descollaba Qué… con Scalabrini Ortiz -¡formidable!- , Jauretche, también Guemes (El Federal). Olmos sacaba Palabra Argentina, con constancia indomable. Padeció de todo. Le secuestraron cinco números. Le allanaron la casa. Lo persiguieron y siguió en la cosa”.
En ese período, sufre varias detenciones que en modo alguno debilitan su ánimo. Cada vez que recupera la libertad, vuelve nuevamente a sus reuniones, a sus artículos y otra vez Palabra Argentina reflorece desde sus propias cenizas. “Conocemos perfectamente cuál es la línea de conducta del compañero Alejandro Olmos – testimonia Luisa Bustos Fierro de Feraud -. Insobornable hasta el extremo de haberlo perdido todo, desde la tranquilidad hasta su casa, sin contar sus encarcelamientos y las largas persecuciones. A este hombre con temple de acero nadie podrá doblegarlo ni hacerlo claudicar en su lucha titánica por la recuperación de nuestras banderas… Así como este pueblo no pudo ser doblegado por la fuerza ni el asesinato, Palabra Argentina tampoco conoció cobardías ni claudicaciones. Leal a la misión que se impuso cuando salió a desafiar a la tiranía, esta hoja panfletaria fue leal a la causa popular que levantó como bandera y como arma”.
Con “el pacto”, las elecciones y la asunción de Frondizi a la presidencia, el año 1958 ofrece un respiro de algunos meses a la militancia, hasta que resulta evidente el abandono del programa electoral por otro, antagónico: concesiones petroleras, inversiones extranjeras, “Plan de estabilización y desarrollo” acordado con el Fondo Monetario Internacional, privatización del frigorífico municipal. Alejandro vuelve, entonces, con su Palabra Argentina, y en enero de 1959 participa activamente en la lucha por los trabajadores de la carne –liderada por Sebastián Borro- y en el intento de huelga general revolucionaria. De nuevo es conducido a prisión, donde permanece varios meses.
Al poco tiempo de salir en libertad, lanza nuevamente su semanario. Si antes había enfrentado la mordaza del decreto 4161 que prohibía mencionar todo aquello relacionado con el movimiento derrocado en 1955, ahora enfrentará a los tribunales militares del Plan Conintes, como asimismo a la permanente censura en los medios de expresión. No se arredra, sin embargo, y continúa la pelea, hasta que la inflación eleva desmesuradamente los costos y lo obliga a suspender la publicación de su periódico.
Sin embargo, no se da por vencido, y un año después, el 28 de junio de 1961, reaparece Palabra Argentina, como siempre, bajo su dirección. Allí sostiene: “Palabra Argentina no ostenta mejor aval que todas las interrupciones de su accidentada vida. Cada clausura ha sido un mojón más en esta ruta hacia los objetivos de la Liberación Nacional”. Tres meses mas tarde, el semanario convoca a sus lectores para que ayuden a la financiación, a través de una nota titulada “S.O.S”. Logra el apoyo para mantenerse un tiempo más, pero los obstáculos lo abruman, por momentos. Una de las mayores dificultades se origina en “la privación de sus documentos personales”, lo que dificulta sus movimientos. Esta situación -según relatan sus amigos y familiares- perduró durante algunos años e incluso lo obligó a “recurrir a los jueces, quienes en primara y segunda instancia rechazaron la acción de amparo, hasta que finalmente la Corte Suprema hizo justicia, condenando al Estado a entregarle sus documentos personales”.
Estas dificultades no le impiden, en 1962, luchar por un proyecto de Universidad Sindical, que finalmente se frustra por falta de financiación, o en 1964 denunciar judicialmente la maniobra diplomática que impidió el retorno de Perón a la Argentina. Asimismo, en 1965, relanza nuevamente Palabra Argentina, aunque por poco tiempo, por la carencia de recursos.
En esa época debió desplegar grandes esfuerzos para recomponer su vida familiar. Separado de su primera cónyuge –matrimonio del cual nacieron cuatro hijos- contrae nuevas nupcias y de este segundo matrimonio nacen otros dos hijos. Se desempeña, por entonces, en diversas tareas, ya sea en estudios jurídicos –imposibilitado de montar el propio, pues carece de título profesional-, o colaborando en varios sindicatos, sin abandonar por eso las investigaciones: el tema de las carnes, las irregularidades de un empresa extranjera en una concesión den la provincia de Santa Fe, anormalidades producidas en la Aduana, etc.
En el mundo político ya es conocido, pero rechaza toda posibilidad de obtener algún cargo rentado de manera estable. Su independencia es la joya más preciada y no la habrá de perder, ni debilitar, por compromiso alguno con nadie cercano al poder. Su austeridad es ejemplo para su familia y así como sufrió cárcel, sufrirá también estrecheces económicas pero mantendrá siempre la plena libertad para levantar su voz, sin concesiones, frente a quienes saquean a su patria. Así rechaza varias propuestas para desempeñar puestos públicos entre 1973 y 1976, con plena conciencia –ya en los cincuenta y algo- que tampoco obtendrá jubilación alguna en el futuro, pues no ha efectuado los aportes correspondientes.
Solo en enero de 1976 asesora, por unas pocas semanas, al ministro del Interior, su amigo Roberto Ares, pero al poco tiempo vuelve al llano. Un amigo le sugiere que un cargo público podría derivar en un jubilación de privilegio, pero él se desinteresa del tema y continúa su camino sin importarle la propuesta.
Otras son sus preocupaciones ahora que se ha producido el golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando recrudece la represión hasta insospechados límites de crueldad, y cuando Martinez de Hoz pone en marcha, desde el Ministerio de Economía, un “modelo” de capitalismo financiero dependiente, centrado en el endeudamiento externo, la libertad de tasas, la apertura económica, las bicicletas financieras y la fuga de capitales. Alejandro examina atentamente las medidas adoptadas por la dictadura militar, así como sus efectos en el mercado financiero y en el movimiento de divisas.
Con enormes dificultades, logra documentación acerca del endeudamiento de las empresas públicas, del ingreso de capitales extranjeros, de la variación de las tasas de interés internas y externas. Son varios años de minuciosa investigación. Aquel muchachito que había aprendido a desmenuzar balances con José Luis Torres se convierte ahora en fiscal implacable de los tejes y manejes de los “Chicago Boys” y los principales Bancos de plaza. Moviéndose en esa maraña de cifras, desnuda la siniestra verdad de todas las negociaciones vinculadas a la deuda externa.
Pertrechado de datos y pruebas suficientes, a mediados de 1982, cuando aún no ha terminado la represión, este increíble Quijote aparece en el Juzgado Nacional de Primera instancia en lo criminal y correccional Federal N° 2, del Dr Miguel del Castillo, para presentar su denuncia contra José Alfredo Martínez de Hoz y demás responsables, fundada en que “el plan económico concebido y ejecutado por el Ministro de Economía de la Nación, en el período 1976-1981, se realizó con miras a producir un incalificable endeudamiento externo, que el ingreso de divisas tuvo por objeto la especulación financiera y la evasión de capitales, así como la apertura económica produjo cierre de empresas y dificultades en la capacidad exportadora y de producción y crecimiento del país”. Dicha denuncia la amplía, con fecha 13/10/83, agregando nuevos antecedentes.
De esta manera da la batalla que proseguirá hasta su muerte. Infatigable, tozudo, con increíble perseverancia, Olmos mantendrá activa esta causa, agregando nuevas pruebas y documentos. Foja sobre foja se irán conformando cuerpos que configurarán un monumento de esa vergüenza nacional. Durante esos años, multiplica esfuerzos brindando conferencias e interviniendo en mesas redondas sobre la cuestión de la deuda. Viaja incansablemente, polemiza e intenta introducir su verdad en “los medios”, sorteando los obstáculos de la aceitada maquinaria dominante. Al mismo tiempo, prosigue investigando las diversas cuestiones vinculadas a la deuda externa, como el alza de las tasas de interés aplicadas por los Estados Unidos o la estatización de la deuda externa privada, orquestada por González del Solar y Caballo en las postrimerías de la dictadura militar, que opera –a través de los seguros de cambio- durante el gobierno de Alfonsín.
El 5 de septiembre de 1984, la cuestión de la deuda externa adquiere estado público con el allanamiento del estudio Klein-Mairal, dispuesto por una comisión parlamentaria. “Allí –sostiene Olmos-, 200 carpetas revelaban de manera inequívoca todos los hilos de la conspiración económica que pasaban por las manos del Secretario de Estado Dr. Klein”. Con este motivo, el Congreso lo convoca y se desempeña como “asesor de hecho de la Comisión Investigadora y luego como asesor (oficial) de la comisión de Economía del Senado”.
Aporta allí al esclarecimiento de los aspectos ilegítimos de diversas negociaciones de deuda externa, pero finalmente el Congreso deja dormir esa valiosísima documentación. Los diputados radicales sostienen que la promesa de Alfonsín de “distinguir la deuda legítima de la deuda ilegítima” no puede cumplirse, pues ello resultaría “incompatible con la estrategia económica del gobierno”.
En esa época, Alejandro redacta su libro sobre la deuda, entregado a la imprenta a fines de 1989 y cuya primera edición llega a las librerías en los primeros meses de 1990: Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre se lo ocultaron. Si el libro resume una patriada, la edición del mismo adquiere el mismo carácter de insólita gesta: la denominada “Editorial de los Argentinos” –al margen del mundo comercial- se nutre del esfuerzo del propio Olmos y de un grupo de amigos coincidentes con la lucha antiimperialista.
“Olmos denuncio arbitrariedades, acusó privilegios y condenó sistemas- define la solapa del libro-. El proceso judicial de la deuda externa de que trata este libro es el combate que Olmos libra en circunstancias trascendentales de la política argentina. Esta obra es su aporte al conocimiento de la verdad, desafiando, como siempre, los riesgos que supone enfrentar a los poderosos”.
La aparición del libro le permite intensificar la tarea de difusión, especialmente ahora –bajo el gobierno menemista-, cuando las privatizaciones de las empresas públicas y la consiguiente “capitalización de la deuda externa” anudan otro eslabón al vasallaje y acentúan la naturaleza corrupta de las negociaciones. Mientras, la acción judicial prosigue y los peritajes demuestran, paso a paso, la veracidad de sus imputaciones.
Una de las incidencias de ese proceso judicial le permite a Olmos enviar una carta abierta al ministro Domingo Cavallo, bajo el título “La indignidad de un ministro”. Allí sostiene, el 30 de junio de 1994: “El Juzgado Federal que investiga penalmente mi denuncia sobre la estafa de la deuda externa recibió –del Banco Central- los textos de algunos acuerdos celebrados con el FMI, pero en idioma inglés, porque el Banco no disponía de textos en castellano. Ante ello, el Juez reclamó a su Ministerio el envío de las correspondientes traducciones oficiales. En respuesta, su Ministerio comunicó que se hallaba gestionando ante el FMI (en Washington) las copias en castellano de dichos acuerdos. Vale decir: su Ministerio y el Banco Central se manejan en inglés. Y cuando se necesita volcar tales documentos al idioma del país, su Ministerio recurre a Washington para obtener traducciones al español (¡!). Fue así que, meses después del reclamo judicial, su Ministerio envió al Juzgado los textos en castellano que el FMI le remitiera. Y con membrete –por supuesto- del mismo Fondo. Este vergonzoso hecho –que los argentinos deben conocer- me obliga a señalar que su respuesta a la justicia de mi país constituye una afrenta a la dignidad nacional y una prueba de su desprecio a las instituciones y a la condición independiente de la República”. Sobre esta misma cuestión, lanza, poco mas tarde, un volante titulado “Traición se escribe en inglés”.
En esa misma época denuncia ante la Justicia las irregularidades que se vienen cometiendo en la implementación del programa de propiedad participada, que, en el momento de privatizarse ENTEL, otorgaba el 10% de las acciones telefónicas a sus empleados. Olmos considera que se está cometiendo un nuevo fraude al no entregar las acciones a los obreros telefónicos, no obstante que los dividendos redituados exceden largamente el pago a realizar por las mismas, al tiempo que se insiste en la práctica de designar funcionarios que representen a los trabajadores –sin la anuencia de éstos-, que realizan gastos extraordinarios en perjuicio de los mismos. De allí brota, poco después, su libro El fraude del programa de propiedad participada. Las acciones telefónicas. La trampa al personal y al Estado, también lanzado por la Editorial de los Argentinos.
Pero mas allá de esta denuncia en defensa de los obreros telefónicos, el tema de la deuda externa continúa concitando los mayores esfuerzos de Alejandro, quien no pierde oportunidad de insistir, una y otra vez, en la ilicitud de la mayor parte de la misma, así como de los intereses usurarios que devenga y las irregularidades cometidas en renegociaciones como el Plan Brady, dirigido a beneficiar a los tenedores de títulos notoriamente depreciados y canjeados por otros nuevos, con mejor garantía.
Esta perseverante tarea de difusión, con escasísimos medios, concurre a instalar en la sociedad argentina el tema de la deuda externa como una de sus cuestiones más importantes. Aquello que Alejandro había iniciado, en plena soledad, trece años atrás, alcanza repercusión y torna a constituirse en una de las preocupaciones de los argentinos en los debates políticos. Por entonces, 1995, él mantiene su lucha desde los Tribunales, agregando informes a los legajos y “sugiriendo ampliación de la investigación”, pues “la deuda externa continúa incrementándose como prolongación y consolidación de los ilícitos anteriores al 10 de diciembre de 1983”. Denuncia, asimismo, que las negociaciones y renegociaciones que se han llevado a cabo bajo los gobiernos de Alfonsin y Menem implican “acuerdos que condicionan una política económica al servicio de intereses extraños al país”.
En esa época –mediados de 1995- impulsa la constitución de un “Foro Nacional Convocante al juicio público de la deuda externa y sus responsables”. El tema de la deuda resulta ya lo suficientemente conocido como para que cuadros antiimperialistas, intelectuales y políticos de diversos partidos adhieran al mismo. La declaración fundacional convoca a “una movilización popular contra el fraude de la deuda externa que determina una indigna dependencia de los poderes económicos, con sus trágicas secuelas de hambre, desocupación y miseria. Ello impone, ante la falencia de las instituciones, la obligación ineludible de llamar a la formación de un Tribunal Público que asuma la decisión de juzgar a los responsables del mayor crimen cometido contra los intereses del país … En el proceso – que hace 13 años tramitan los jueces de la República, en el marco de un silencio cómplice y de una sociedad que lo ignora –están los documentos, los testimonios y las pericias que prueban la expoliación económica y social dispuesta por quienes, desde 1976, vienen sometiendo a la Nación al designio de los centros transnacionales del poder financiero… El juicio público señala el límite que separa la traición de los deberes para con la Patria y su pueblo. De un lado están los que luchan contra la deuda y al servicio del país.
Del otro, los que están contra el país, al servicio de la deuda.”
El Foro Nacional Convocante realiza su primer plenario en Icho Cruz, provincia de Córdoba, el 14 de julio de 1996. Allí resuelve: comprometer su esfuerzo en el juzgamiento de la deuda pública y sus responsables demandando, asimismo, la suspensión de todo pago mientras no se demuestre su legitimidad y fundar “las bases de un Tribunal Autónomo del Pueblo para juzgar todo acto, planes o políticas que atenten contra el interés nacional… convocando para ello a una movilización nacional de protesta y rebeldía para imponer la verdadera justicia”.

De esa reunión surge la decisión de que el Foro tome a su cargo la realización de un Juicio a la Deuda Externa, con fiscales, defensores y jueces para debatir públicamente la cuestión. Dicho juicio se concreta en octubre de 1996, en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, a través de ocho audiencias, constituyéndose en importantísimo avance en la formación de la conciencia pública acerca de la estafa y el saqueo producido por el endeudamiento externo. Acompañando esa reunión, Alejandro relanza su Palabra Argentina, ya no con aquellos colores rojos y negros de sus orígenes, sino en blando y negro, con papel de modesto gramaje pero con este titular: “El fraude de la deuda externa ante el tribunal del pueblo”.
Poco después, completa esta campaña con una carta abierta al presidente Menem. Allí, afirma: “Venimos a demandar que la Constitución se cumpla…Vuelva a leer, Señor Presidente, esa Constitución que usted reemplazó por las instrucciones del Fondo y por los dólares del Banco Mundial que financia los despidos…No es nuestro propósito echar leña a la hoguera de los desencuentro y los odios. Pero tampoco podemos ser cómplices de la política que impone su gobierno… Su gobierno entregó, a precio vil, los bienes de la Nación y sigue sometiendo al país a una deuda que el país no tiene. Pero que debe pagar con el cierre de las escuelas, con las penurias de los enfermos y con la vida de los jubilados. Ya nada nos queda a los argentinos de las empresas que Perón recuperó para el estado. No nos queda ni la dignidad del trabajo, porque la desocupación y el desamparo se han impuesto como sistema. Sobre la Patria vendida cae el martillo de una subasta planificada por los bancos, con la complicidad de los sirvientes del soborno… Mientras se negocian posiciones y candidaturas en la disputa de las internas partidarias, los intereses dominantes que manejan al Estado convierten al país en una verdadera factoría… Los dineros de Judas se han impuesto a la Biblia del Juramento… Por ello ha sido posible que, al cabo de catorce años de iniciado el más importante proceso judicial, los responsables y ejecutores del fraude a la deuda externa sigan manejando la economía nacional, lucrando con la riqueza del país y con la pobreza de su pueblo… La resistencia y la desobediencia civil son recursos de la voluntad nacional en defensa de la Constitución y del país. Son las únicas armas que el pueblo tiene para oponerse a la violencia de los que mandan… No convocamos a la subversión ni a la violencia, porque subversivos y violentos son los que empujan al pueblo a la angustia y a la desesperanza… Sólo hay un camino, Señor Presidente. Y es volver al pueblo, rompiendo con la delincuencia transnacional del poder financiero. Es la hora de la desobediencia frente a los apostatas de la democracia, resistiendo a la violencia de una autoridad pública que podrá ser lícita, pero que ha dejado de ser legítima”.
En esa época, con la colaboración de algunos compañeros del campo antiimperialista –entre otros, Norberto Acerbi, Luis Donikiany, Carlos Juliá-, Alejandro consigue dar mayor impulso al Foro Nacional Convocante, transformándolo en Foro Argentino de la Deuda Externa, cuyo domicilio se establece provisoriamente, primero, en el barrio de San Telmo (Chile al quinientos) y luego, cerca de Tribunales, en la calle Paraná. Desde allí continúa la lucha infatigable: “Compatriota: te convocamos a una nueva guerra por la independencia, la lucha contra la Deuda Externa. Contra esa Deuda –fraguada y fraudulenta- donde se asienta un sistema de dominación y de injusticia… Esta no es la causa de un sector ni de un partido. Es la causa de todos… junto a los pueblos que, en la Patria Grande de la América nuestra, no se someten al poder financiero que roba y esclaviza”.
Asimismo, viaja al exterior y participa en diversos congresos. A fines de 1998, expone, en Bruselas y Ámsterdam, acerca de “el caso argentino” –único país donde el tema de la Deuda ha sido planteado ante la justicia-, asistiendo luego al Encuentro Internacional realizado en Caracas y poco más tarde, en abril de 1999, presentando un informe ante el Tribunal Internacional de la Deuda, reunido en Río de Janeiro.
Mientras, el juicio continúa sustanciándose –lleva ya diecisiete años desde su iniciación- y acumula más de 30 cuerpos y 500 anexos. Las pericias han acreditado el carácter fraudulento de la deuda y los graves daños ocasionados al país. Su carácter delictuoso resulta evidente, llegándose al extremo de que el Banco Central reconoce carecer de registraciones sobre la deuda y para “la administración de la misma” se constituye un comité de siete bancos acreedores liderados por el Citibank, “comité que será quien determine cuánto debe el país, a quien y cuando debe pagar”.

Cercanas las elecciones del 24 de octubre de 1999, Alejandro envía sendas cartas abiertas a los dos candidatos a presidentes –Eduardo Duhalde y Fernando de la Rúa- exhortándolos a oír el reclamo popular y “no pagar lo que no se debe, ni lo que es ilegítimo y a demandar la devolución de los pagos mal habidos, exigiendo reparaciones por los daños causados”. A Duhalde le imputa complicidad, desde la función pública, “al someterse a la trampa de los delincuentes internacionales”. A De la Rúa le refuta su compromiso de “honrar la deuda” y lo alerta especialmente sobre la posible designación –en el caso de triunfar- de José Luis Machinea como ministro de Economía, así como el posible nombramiento de Daniel Marx para negociar la deuda, sosteniendo que ambos ya se han desempeñado en gobiernos anteriores y no constituyen garantía alguna de desempeño en defensa de los intereses nacionales. La carta a De la Rúa termina proféticamente: “Y no olvide aquella sentencia del Presidente Sarney, del Brasil, cuando advirtió: Deuda que se cancela con la miseria, ¡se paga con la democracia!
En esos días de noviembre o diciembre de 1999, me encontré con él por última vez. A los setenta y cinco años –no obstante la grave enfermedad que ya lo aquejaba- Alejandro Olmos mantenía plenamente sus ímpetus de luchador, así como sus proyectos. Me explicó que estaba dispuesto a remover cielo y tierra para lanzar nuevamente Palabra Argentina, pero ahora como diario. Era imprescindible –me dijo- estar todos los días junto al pueblo revelando verdades, acompañando sus experiencias... Por supuesto, le prometí mi colaboración, pero cuando le aduje que para aparecer diariamente se necesitaría una fuerte financiación, que estimaba muy difícil de lograr, hizo un gesto de contrariedad, como negándose a aceptar los obstáculos que imponía la realidad.
-Pero ¡como se le ocurre que no vamos a conseguir el apoyo financiero necesario! Pero si, esté seguro, que lo vamos a hacer... Y agregó, convencido: -Lo vamos a hacer porque es imprescindible hacerlo, ya mismo, pronto... En eso quedamos y cuando nos despedíamos, me comento con suma ansiedad: - Me informaron en el juzgado que la sentencia esta por salir. Y reconoce todas mis renuncias, ¿qué le parece?.
Contó las moneditas para el colectivo –él, que hacía dos décadas que había entregado su vida a contar cómo engrosaba la deuda externa en miles de millones de dólares-, y se perdió entre el ir y venir de sus compatriotas, en el atardecer de la Plaza de los dos Congresos.
En ese verano del 2000 –apesadumbrado por la muerte de uno de sus hijos-, Alejandro da su última batalla, esta vez contra el cáncer. En la noche del 24 de abril, un amigo me informó que había fallecido.
La sentencia del juicio de la Deuda fue dada a conocer recién 80 días mas tarde: el 13 de julio. Si bien los imputados quedaban sobreseídos por el transcurso del tiempo, la justicia reconocía como correctas las denuncias de Alejandro y dada la gravedad del asunto transfería el expediente –después de 18 años- al Congreso Nacional para que se informara y adoptara las medidas correspondientes.
Algunos amigos lamentaron que Alejandro no hubiese vivido un tiempo más para gratificarse al conocer esa sentencia que venía a dar razón a su larga y porfiada lucha. Seguramente le hubiese gustado leer detenidamente ese documento –como siempre, a microscopio, detectándole concesiones y sutilezas-, pero, de cualquier modo, los hombres como Alejandro Olmos no necesitan el reconocimiento de ningún juzgado, ni tampoco la necrología que le negaron casi todos los diarios. Como decía Arturo Jauretche refiriéndose a los luchadores nacionales que, como en este caso, “entran en todos los barullos, pero no en la listas de cobranza”, ellos están seguros de “ser los triunfadores, porque van a la lucha sabiendo que sólo son eslabones”.

NORBERTO GALASSO

Alejandro Olmos

Recordando a Alejandro Olmos

Con este escrito he querido hacer mi modesto aporte según los recuerdos que me ha dejado este gran maestro de todos nosotros. Lo conocí a fines del 95, si no recuerdo mal era una conferencia en la Facultad de Humanidades, lo invitaba la profesora Irma Antognazzi y en un salón de esa facultad en Rosario éramos poquitos. Al salir me presente y le pregunte si el había dirigido Palabra Argentina. Me lo confirmó y le pedí sus referencias para visitarlo en Capital Federal. Al despedirme escuche de un grupo: “este es un loquito, la deuda hay que pagarla…, si no, nos borran del mapa”. Y así se estableció una entrañable relación hasta unos 15 días antes de su muerte. En una oportunidad le organizamos una gira y habló en el Sindicato de Obreros Lácteos, en el Empa que dirigía el arquitecto Valenzuela en barrio Rucci, en el Sindicato Metalúrgico de San Nicolás y finalmente en la Facultad de Ciencias Políticas de Rosario. Recuerdo que en San Nicolás, comiendo algunos bocados cada cual empezó a relatar su vida familiar, sus divorcios, cantidad de hijos, etc. Alejandro nos gano a todos, tenia 3 divorcios; es que su vida azarosa no era muy favorable a la convivencia conyugal. En mi estudio de Gutemberg al 1400 mi esposa Susi le servía unas masas que había comprado para él, era muy goloso, y siendo que no podía se comía las ricas masas, seguramente hasta empalagarse. Con deficiencias en su vista, usaba una gran lupa para leer. Reeditar Palabra Argentina era su obsesión y yo escribía artículos reservados a determinadas páginas para cuando saliera. Hasta escribí un plan mínimo de gobierno que el consintió para mi orgullo y luego le indagábamos sobre su vida.
En 1938 cuando solo tenía 14 años repartía unos volantes en Plaza de Mayo. Fue llevado a la presencia del jefe de policía que era un general, cuando se lo hizo pasar quedo sorprendido y exclamo: … pero si es un chico ¡!!!
A lo que contesto Alejandro: Un chico que dice verdades que deberían sostener los grandes.
En el año 46 denuncio irregularidades del director de aduana de donde era empleado, eso le valió la cesantía. Mas tarde denuncio la ingerencia en el plan siderúrgico argentino de la empresa ARMCO, Perón se interesa y lo convoca por medio de John W. Cook. Perón escucha atentamente, toma nota, y hace lugar a las aseveraciones de Alejandro, modificando el plan siderúrgico evitando la ingerencia de esta empresa norteamericana.
A la caída de Perón saca Palabra Argentina, que llega a tener un tiraje superior al de Clarín, circulaba de mano en mano, era un baluarte del pensamiento nacional.
Visita a Perón en Caracas, lo asesora, le informa, intercambian opiniones, en el año 57 para el aniversario del asesinato del general Valle y sus compañeros le dice: General, yo voy a encabezar la marcha del silencio, en homenaje a los caídos, Ud va a adherir? En el fárrago de la conversación la pregunta quedo sin respuesta. De regreso a Buenos Aires debía sacar la edición del diario, estando preso de gran ansiedad a punto de cerrar la edición suena el teléfono y escucha la vos de Perón que le manifiesta su adhesión.
Como por el decreto 4161 no lo podía mencionar Olmos encabeza: CARACAS ADHIERE MARCHA DEL SILENCIO.
Me explicaba que tenía las mejores informaciones exteriores, le pregunte si tenia muchos corresponsales en el exterior, para nada me contesto, con una vieja radio de honda corta escuchábamos las informaciones del exterior y un redactor en taquigrafía iba tomando la información lo que resultaba insuperable.
En el año 58 se desata un conflicto con el personal municipal en la intendencia de un delegado de Frondizi, Palabra Argentina pasa a ser vocero de los trabajadores, la respuesta es la clausura y la cárcel de Olmos.
Más adelante, por obra de López Rega, se interrumpen las comunicaciones con Perón. En 1995 conozco a Alejandro en la Facultad de Humanidades. Me encuentro con un hombre bajito, de barba, vigoroso y entusiasta, la identificación fue inmediata. Después de la charla me incorporo a sus grupo y comienzo a comentar el libro de Alejandro: La Deuda, todo lo que usted siempre quiso saber y nunca le dijeron, y a su vez, siguiendo su ejemplo doy conferencias. Alejandro me conmueve con una nota en donde me presenta como el puntal del foro de la deuda externa, yo trato de hacer honor a ese concepto. Lo visito numerosas veces en su departamento de Capital, hacemos planes, compartimos tribunas, sorprendemos al MTA en una exposición que hacemos en su local. Alejandro viaja a Europa, Alemania, Francia, a su regreso viaja a Perú, finalmente a Venezuela donde se entrevista con el Teniente Coronel Hugo Chávez. Para diciembre del 2000 es invitado a exponer en el Congreso de Economía a realizarse en la Habana, pero cae enfermo, yo lo represento, previo a ello en octubre del 99 damos una conferencia en Cs. Políticas, que estuvo muy concurrida, mientras esperábamos el colectivo y luego de relatarme anécdotas de su vida, sus conversaciones con Eva y Juan Perón le pregunto: Que hacemos con la Deuda Externa?
HAY QUE CREAR LA CONADEP DE LA DEUDA EXTERNA, PORQUE ES NECESARIO SABER CUANTO SE DEBE, A QUIEN SE DEBE, POR QUE SE DEBE.
Y LO ESTAMOS HACIENDO, POR ESO LE PIDO A TODOS QUE ME ACOMPAÑEN, PORQUE EL MEJOR HOMENAJE QUE SE LE PUEDE HACER A OLMOS ES TOMAR SUS BANDERAS Y LLEVARLAS AL TRIUNFO.


Dr. Rubén Juan Domingo Milberg

Palabra Argentina

PALABRA ARGENTINA

Año 55, restauración conservadora, la represion contra el pueblo arreciaba, la prensa era invadida por palabras anti argentinas, anti pueblo, anti patria.
Alejandro Olmos, un humilde militante de la causa nacional edita PALABRA ARGENTINA, fue uno de los diarios de la resistencia, por ello sufrio carcel y persecucion.
Despues del asesinato del Gral. Valle y sus compañeros encabezo las marchas del silencio. PALABRA ARGENTINA tenia un tiraje superior al diario Clarin.
2004, la esperanza, la prensa es dominada por palabras anti argentinas, anti pueblo, anti patria, yo Ruben Juan Domingo Milberg cumpliendo con el compromiso asumido el 5 de diciembre del 2003 (dia del lanzamiento de la Conadep de la Deuda Externa) publico, modestamente PALABRA ARGENTINA, porque se hace imprescindible una voz argentina comprometida con esta patria nuestra y su pueblo.

Dr. Ruben Juan Domingo Milberg
Director

Se necesita corresponsales. Dirigirse a ruben@steel.com.ar.
Para información visitar http://www.conadepdeladeuda.com.ar

Escribe Juan "Chancho" Lucero

Juan Chancho Lucero: Militante de la causa del movimiento peronista de toda la vida, preso
se salvo de ser fusilado en el levatamiento del Gral. Valle.
Participo en Taco Ralo, lo que le significo largos años de carcel.
Diputado provincial en 1973, esclarecio el caso Prandasa.
Preso el 24 de marzo de 1976, le significo largos años de carcel y su posterior exilio.
Hoy escribe para PALABRA ARGENTINA.

24 DE MARZO DE 1976

24 de Marzo de 1976 , dìa donde el terrorismo de Estado pone en ejecuciòn
el plan del imperio , dictado atravez de la C . I . A y el Pentagono .
Recuerdo que esa madrugada a las tres y media es tomada por asalto la casa
donde yo vivia , no se que es lo que pensaban , pues contado por los
vecinos màs adelante supe que habian llegado 15 autos tenian dibujado en
las puertas un triangulo con un circulo en el medio , es asi como se
distinguian las tres "A", vestian boinas negras , uniformes grises y el
jefe con boina roja(de esta manera vestian los que secuestraron a Felipe
Rodriguez Araya y a al Cro. Lezcano), reconocì al jefe que era oficial de
la policia Federal de Rosario su apellido Fitipaldi . Me sacaron con los
ojos vendados , las manos atadas atras , los pie atados donde solo me
dejaron un poco de espacio para poder caminar .

despues los horrores que pase es un poco largo de contar , vi a COMPAÑEROS
torturados casi hasta la muerte y cuando creian que se les podria morir
dentro tenian un sistema bien indigno , ocurrencia de los cobardes ,
prefabricaban una libertad , los sacaban los asesinaban , luego en el
informe figuraban como muertos en conbate con patrullas del ejercito o de
la policia . La organizaciòn paramilitar tres "A" (Acciòn Anticomunista
Argentina)ideada y creada por el "Brujo Lopez Rega"era nada màs ni nada
menos que las fuerzas conjuntas del Pais , Ejercito , Armada , Fuerza Aerea
, Gendarmeria , Policia Provincial y Federal , tambien participaba la
Prefectura Maritima con ellos estaba el S . I . D . E tambien contenian
aciviles de diversas organizaciones de la màs rancia derecha , se
comprometieron con ellos hasta tal punto que prestaron sus fincas para
torturas y asesinatos . Asi fuè el caso que de Sta. Fè viajo a Cordoba a
producir o hacer producir numerosos crimenes era conocido como el
Chango Funes desgraciadamente ya fallecido , fuè colaborador de Reutemann
y muchos politiqueros que se hacen pasar por peronistas no hace mucho le
rindieron homenaje a orillas del Parana .

Hay muchas pero muchas cosas que pasaron durante el terrorismo de Estado
surgido del plan Condor creado por el imperio Yanqui que hoy gobernado por
un demente que a baces de mentiras se extender en el mundo entero como el
grn luchador contra el terrorismo , utilizando gobiernos titeres para que
lo secunden con sus ejercitos puestos como vulgares mercenarios .

Queridos COMPAÑEROS , COMPAÑERAS del Frente Para la Victoria estoy junto a
ustedes en esa marcha donde la memoria , donde la busqueda de justicia se
agiganta cada dìa , para poder junto al COMPAÑERO Presidente , junto a las
MADRES , junto a las ABUELAS , junto a HIJOS , para decir a los COMPAÑEROS
que ya no estan y a los COMPAÑEROS y COMPAÑERAS desaparecidos que a pasado
el tiempo pero el ideal de la LUCHA por la LIBERACIÒN de la LUCHA por el
nuevo sistema el JUSTICIAL , el SOCIALISMO està ya en el ubral del devenir
historico de los PUEBLOS .

Los asesinos , los que cometieron delitos de lesa humanidad tendran que
pagar con carceles las faltas cometidas solo asì retornara la tranquilidad
del espìritu .

VIVA LA PATRIA ! ! !

LOS TREINTAMIL DESAPARECIDOS PRESENTES ! ! !

VIVAN LOS TRABAJADORES

V E N C E R E M O S ! ! !


Juan Chancho Lucero .

Conadep de la deuda

Adhiero totalmente a lo expresado en Palabra Argentina .- Debemos proponer acciones o mejor dicho Movimientos Populares , como aquel famoso 17 de Octubre , o como lo mas reciente , ayer en la Plaza de los Congresos y en distintas ciudades de la Nacion , presentar un petitorio con caracter de proyecto de ley a tratar y sin demoras , o sea prioritariamente lo siguiente:
1ro)Cumplir con el mandato Constitucional de que El Congreso de la Nacion se ocupe de arreglar nuestras cuentas y a partir del proceso Olmos / Ballesteros , Para que , de este modo se terminen las "Intrigas Palaciegas" del romance entre el Ministro Lavagna , el Licensiado Martin Redrado y el presidente del Central Prat Gay con el FMI BM G 7 y Cia .-
Es imperioso que el Sr Presidente Dr Kirchner , entienda que para tener un pais Serio y terminar con la Impunidad y la Delincuencia, usando sus propias palabras , el tratamiento de la (estafa)deuda externa , por ser cuentas publicas , las mismas deberan ser tratada "Publicamente" y por intermedio de los representantes del pueblo , el Congreso de la Nacion .-
El objetivo de esta medida tiende a desandar el camino del atropello , la vejacion y sometimiento perpetrado por mas de un cuarto de siglo entre los corruptos de afuera y los cipayos y sirvientes de adentro , como asi tambien esclarecer definitivamente lo que se da en llamar la Mayor Estafa a la Nacion Argentina .-
2do) No podemos permitir que el Dr Kircner , apoyandose en que "nosotros no somos el default" o como me dijera a mi personalmente en el Consulado de New York , cuando le reclame la revision de la deuda externa , "lamentablemente los gobiernos anteriores no hicieron bien las cosas" .-
Estas dos posiciones NO Justifican la Indiferencia del PEN en lo referente a la deuda externa y por ende continuar con la misma politica de sus antecesores , porque lo que fue una estafa ayer (76/83) lo sigue siendo hoy , y si sobre esta deuda fraudulenta se sumaron mas endeudamientos , debemos denunciarlos Nacionalmente , Internacionalmente y Publicamente .-
Hacer la vista gorda a esta verdad absoluta que esta a la vista de todos aquellos que quieran ver , es como negar la libertad a un condenado a prision de por vida por un crimen que despues de 10 anos se comprobo su inocencia , o viceversa , no condenar a un reo que se comprueba su culpabilidad despues de X anos .-

A mi entender la CONADEP de la Deuda Externa debe asumir un rol importante en este tema y provocar un pronunciamiento por parte de las autoridades .- La deuda externa es genocida y no hace falta dar explicaciones .- Lo que si es importante aclarar es que NO PODEMOS LEGALIZAR UNA DEUDA CUYO SUSTENTO ES LA ESTAFA E ILICITOS , SE PRETENDA ENTRETENERNOS DICIENDO QUE PAGAREMOS SI CRECEMOS , TAL CUAL LO PROPONE EL Dr Kirchner .- Basta de posiciones incoherentes , basta de mas de lo mismo , basta de enganos.-
Me permito recordar que cuando el pueblo voto por De La Rua y Chacho Alverez , voto por un cambio .- El presidente de turno De La Rua parece no haber entendido lo del cambio y pone al Sr Cavallo de Ministro de Economia , Economia de que ? y asi le fue .- Esperemos este presidente no cometa el mismo error ya que los errores cometidos por los funcionarios de turno , solo lo paga el pueblo y nadie mas que el pueblo y esto no da para mas .-
Quiero recordar que Lavagna , Martin Redrado y Prat Gay son imposiciones del pasado , y el Presidente en su discurso inaugural dijo que no habia llegado hasta aqui (La Presidencia) para pactar con el pasado....

Sr Presidente es hora de poner las cosas en su lugar y nos diga cual es su posicion ante el fraude a la Nacion y no ya su posicion ante una deuda .- El proceso judicial Olmos Ballesteros tomo 18 anos para expedirse .-
La justicia hasta ahi cumplio , ahora le toca a Usted asumir su condicion de No 1 del Ejecutivo y tomar la decision politica de no tirar por la borda el sacrificio del Ilustre Ciudadano Don Alejandro Olmos , todo el tiempo y dinero invertidos en dicho proceso no puede ser ignorado .- Le ruego que deje de tirar pepitas de oro al exterior y migajas en casa .- Le recuerdo que unas de las primeras medidas del Gral Peron fue Nacionalizar el Banco Central , sabia porque lo hacia , entendera Usted porque lo hizo ?

No-Deuda

LA NO-DEUDA ARGENTINA -No se debe pagar lo ya pagado-


(Causa Alejandro Olmos) Causa 14.467


Vivir pagando y morir debiendo

“Nos parece altamente preocupante que América Latina haya pagado tres veces lo que recibió y siga debiendo el doble de lo que recibió. No podemos estar condenados a vivir pagando y a morir debiendo”.

Esta clara y patética denuncia la hizo el dirigente laboral Rodolfo Romero, secretario de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), en Asunción, Paraguay.

Los que han estudiado las cifras reales de lo que América Latina recibió del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) y lo que ya pagó, aseguran que ya se ha abonado casi cinco veces el monto total de la fatídica “deuda externa”.

Esta nueva forma de dominación y de humillante neocolonialismo es uno de los factores que le impide a los países en vías de desarrollo superar las crisis económicas y sociales en las que se hallan sumergidos.

La llamada “deuda externa” tiene dos características perversas. Por ser una deuda impagable, porque supera la capacidad financiera de los países deudores, se ha convertido ya en “deuda eterna”. Además, ha sido diseñada en forma tan sutil e inhumana que cuanto más se paga más se debe.

La República Argentina, que está superando la peor crisis económica y social de su historia, ha comenzado el año 2004 con una deuda externa de aproximadamente 180.000 millones de dólares.

Intentar pagar solamente los intereses de esa “supuesta deuda externa” significaría restarle fondos a la educación, al cuidado de la salud, a la asistencia social, a la creación de nuevos empleos y a condenar a una gran parte del pueblo al hambre y a la miseria, como ya ha sucedido.

Ya se han levantado organizaciones y se escuchan voces que denuncian lo que se ha definido como “la estafa de la supuesta deuda externa”.

Si Argentina, como el resto de los países de América Latina ya ha pagado casi cinco veces lo que recibió, nos encontramos frente a un caso de usura y de injustificada explotación.

Quienes se han comprometido con una lucha creativa para esclarecer el problema de la deuda externa han propuesto la creación de una CONADEP de la deuda para que se informe a toda la sociedad y se responda a estos interrogantes: ¿Cuánto debemos? ¿A quién debemos? ¿Por qué debemos?

Recordemos que la CONADEP fue la Comisión Nacional Sobre Desaparición de Personas, que presidió el escritor Ernesto Sábato, y que el 20 de septiembre de 1984 publicó el estremecedor libro ‘‘Nunca Más”.

Si se creara una CONADEP de la Deuda Externa se comprobaría que la Argentina no es deudora del FMI o del BM, sino acreedora de inmensas sumas de dinero, que en justicia deberían ser restituidas.

Otra propuesta de quienes se han alineado en una lucha solidaria con el pueblo argentino es recurrir a la Corte de la Haya para que se haga justicia a todos los pueblos del tercer mundo que ya han pagado con creces la deuda externa.

Tal vez alguien se pregunte, ¿cómo pudo Argentina, un país dotado de grandes y ricos recursos naturales, acumular una deuda de 180.000 millones de dólares?

Para ello es necesario retrotraerse al 24 de marzo de 1976, cuando un nuevo golpe militar derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón. En los tiempos del gobierno del general Juan Domingo Perón, idolatrado por unos y vilipendiado por otros, la deuda externa de Argentina era de 4.500 millones de dólares, más los intereces, aproximadamente.

Durante la dictadura militar, desde marzo de 1976 a diciembre de 1983, el llamado Proceso de Reconstrucción Nacional elevó la deuda externa a la suma de 45.100 millones de dólares, lo que equivale a un crecimiento del 364 por ciento. A lo largo del gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, de 1983 a 1989, la deuda externa subió a 65.300 millones de dólares, un aumento de 44 por ciento.

En los 10 años del gobierno del Dr. Carlos S. Menem, de 1989 a 1999, la deuda siguió su curso ascendente y alcanzó la cifra de 146.219 millones, lo que significa un aumento del 123 por ciento.

En el año 2001, durante el gobierno del Dr. Fernando de la Rúa, la deuda había llegado a los 153.000 millones, el equivalente al 9 por ciento de aumento.

En el corto período en que gobernó el Dr. Eduardo Duhalde, enero del 2002 a mayo del 2003, la deuda tuvo un aumento del 35 por ciento, alcanzando la cifra actual de 180.000 millones.

Frente a este panorama desolador, ¿cuál debe ser la actitud de todo ciudadano responsable y amante de su patria?

Ante todo es imperativo tomar conciencia de la injusticia de los organismos financieros internacionales que han patrocinado esta deuda fraudulenta con la complicidad de los militares y de los políticos, empresarios y sindicalistas corruptos, que a sabiendas permitieron y se beneficiaron con ese latrocinio.

El grupo más combativo en esta lucha por la dignidad del pueblo argentino, como lo proclamó Pepe de Paternal, es consciente de que la única solución es “dejar de pagar el tributo neocolonial llamado deuda y exigir que nos reintegren lo nuestro”.

‘‘Pero, eso lo debemos hacer en forma conjunta y bien podría ser Argentina la punta de lanza. De nosotros depende”.

Debemos agregar que Argentina no ingreso al FMI hasta 1957, siendo que este organismo fué creado entre 1945 y 1946. En el período 1946-1955, se rechazó totalmente al FMI.

Bienvenido al weblog vega

Ya tienes weblog. Para empezar a publicar artículos y administrar tu nueva bitácora busca el enlace admin abajo en esta misma página.
Deberás introducir tu email y contraseña arriba para poder acceder.

En el menú que aparecerá arriba podrás: ver la página inicial (Inicio); escribir y publicar un artículo nuevo; modificar las preferencias de la bitácora, por ejemplo: los colores; Salir del weblog para desconectar de forma segura y ver la portada tal y como la verían tus visitantes.

Puedes eliminar este artículo. ¡Que lo disfrutes!